domingo, 15 de febrero de 2009
Vikingo
Era un día soleado en la costa nórdica del Mar Báltico cuando un grupo de vikingos se asoleaban tranquilamente en sus reposeras de playa. Uno de ellos, quisas el mas barbudo y robusto llamado Pëlikan, disfrutaba de un delicioso y refrescante trago mixto de marmota nórdica mientras apreciaba la maravillosa vista. Muhuhühun, el nuevo, limpiaba un par de botas de piel de oso y pensaba que quisá un día el llegase a ser como sus compañeros, cuando avisto en el cielo lo que parecía la figura de un Manati Alado. El voluminoso libro de presagios vikingos muestra al Manatí Alado como el mensajero del Rey Coatí, indiscutible dios del "Coatí Metal "( Una mescla de Glam Metal con Funk Metal), lo cual no es un buen presagio para nuestros aventureros.
Muhuhühun corrió hacia sus compañeros gritando "Un manatí!!!!, un manatí!!!" pero ya era demaciado tarde, el obeso manatí descendía suave y seductoramente, como una pluma entre sabanas de seda sintiendo la textura de las mismas con cada uno de sus dedos.
El Manatí toco tierra, un abrumador silencio invadió el nordico paisaje capas de aterrorizar al mas fuerte de los caballeros, pero nuestros vikingos no se movieron, el viento acariciaba sus barbas como una ninfa acaricia pelaje del mas santo de los ciervos albinos. El gran animal abrió sus fauces y un gran canto emergió de las mismas, era algo hermoso, incluso el canto de las mas hermosas valquirias quedaba opacado junto a el. Pëlikan, el hombre robusto y barbudo se acerco al enorme animal el cual continuaba cantando su hermosa canción, Muhuhühun contemplaba emocionado, el gran barbudo dio a revelar una gran hacha y rebano la cabeza del manatí alado, sus compañeros lo miraron atónitos y desconcertados, Pëlikan volteo y con una gran sonrisa dijo "Chorizo de manatí 2x1" Muhuhühun saco numero, le toco el A-25, tenía que esperar.
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2 comentarios:
Para cuando llego el turno de nuestro aventurero Muhuhühun ya eran escasos los condimentos que podia elegir. Atonito ante esta situacion Muhuhühun se abalanzo sobre un cervatillo nadador que feliz se deslizaba entre las olas para utilizar su sabroso nectar como condimento para el choripan de manati, con un hambre que crecia a cada segundo y no lo dejaba pensar en otra cosa mas que su sabroso choripan Muhuhühun tomo al cervatillo con una mano y con los ojos llenos de ira contenida...
AHH, NO HABIA QUE SEGUIR LA HISTORIA?? OK
grande sebastian
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