miércoles, 16 de septiembre de 2009

Vamos a exteriores...



Ayer estuvo el móvil del Chivitoblog haciendo exteriores por el Prado... en la Expo Prado para ser más precisos.

Sí, hay lo que crees que hay: vacas, toros, gallinas, gallos, ovejas, ovejos, conejos, reptiles, aves, arañas, peces, hámsters, perros, perras, cosas típicas de algunos países y la protagónica baranda respectiva de cada fragante especie.
Es así, vos vas al Prado, llegás al sugestivo cartel que pone "Expo Prado" y te mandás pa' adentro. Ahí, te dejás fajar con la entrada, metés primera y arrancás. Al principio es un poco confuso, hay mucha cosa junta; personalmente recomiendo seguir el suntuoso camino de excremento si querés llegar a ver las vacas. Fácil de encontrar, imposible de perder de vista (o de olfato).
La tortura y prostitución de animales no es lo mío, por lo que me abstengo de mayores comentarios, pero me es imposible no destacar la falta de tacto de la organización al poner AL LADO de donde están los conejos (por ejemplo), un stand que vende toda la porquería que hacen con sus pieles y demás. Ni que hablar del tamaño de las jaulas, donde el pobre bicho no puede ni estirar las patas. Bien, dije que me abstendría...
Los stands de artículos de otros países tenían alguna que otra cosa interesante... aunque celulares y plasmas no me sonaron muy tradicionales que digamos.
En el pabellón de China había... bueno, chinos, artesanías varias, motos y autos. Confieso que no me compré uno porque no llevaba cambio...-
Toda una odisea intentar comprar en el pabellón de Indonesia, lo único que te hablaban en español ERAN LOS PRECIOS.
Muy bueno el uruguayo, que tenía terrible puerta y cuando entrabas eran agencias DE VIAJE.
También muy elegante el detalle de organización al poner los puestos de comida al lado del pabellón de bovinos... hay que darles crédito por la originalidad, ¿dónde se vio???
Imaginate que caminando un par de horas con el sol que hubo, me dio sed. No vendían la típica botellita descartable disponible en tiendas y kioscos, por lo que opté por la alternativa más a mano: un vaso. Un vaso más chico que el "pequeño" de McDonalds, 45 mangos. NO way, NO how. Gracias, pero ya me fajaron con la entrada.

Anyway, no dejen de ir. No se pierdan esta experiencia que apesar de ser "internacional" no pierde nunca su uruguayéz.

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