domingo, 4 de octubre de 2009

Rasca




El tipo estaba resfriado en medio de su oficina, le picaba la nariz como nunca, con un ardor insoportable, rascaba rascaba pero parecía que no se le pasaba. Opto por la solución mas fácil, tomo un clip y lo introdujo en sus narinas. Un sonido sordo atravesó la sala, ahí estaba, con el clip atravesado de lado a lado, completamente pálido e inmóvil. El goteo de sangre era inevitable, sus manos tanto como su camisa estaban teñidas por un color rojo oscuro. Se levanto de su asiento y corrió al baño. Pero para cuando llego ya era demasiado tarde, también se había manchado el pantalón.

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